En un informe elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP), que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo, indican que la industria y el comercio ya se encuentran habilitadas casi en su totalidad en gran parte del país. Además, señala que “a principios de junio, 15 provincias tenían más del 80% del empleo privado autorizado para trabajar; seis provincias se encontraban entre el 75% y el 80% y solo 3 por debajo del 70% (CABA, Buenos Aires y Chaco)”.
El Informe de Panorama Productivo de junio elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) del Ministerio de Desarrollo Productivo, indicó que la industria manufacturera está habilitada para producir en todo el país salvo en AMBA y que el consumo de energía en las plantas industriales se recuperó en la mayoría de los sectores.
“Si abril será recordado como el mes con caídas récord históricas en la mayoría de los sectores productivos -como la industria, la construcción, el turismo, el comercio o los servicios ligados al esparcimiento-, mayo se caracterizó por la puesta en marcha de buena parte del aparato productivo”, indica el documento, en el que abordan los principales puntos referidos a la reactivación de la actividad económica en los distintos contextos que presenta la cuarentena por Covid-19.
“En todo el país, salvo en el AMBA, la industria manufacturera está plenamente habilitada para producir”, refiere el documento, en el que se destaca que, si el 20 de marzo el 54% del empleo industrial estaba exceptuado de la cuarentena (destacándose aquel ligado a la industria alimenticia, a la de productos de higiene y limpieza o a la de medicamentos, y sus respectivos proveedores), hoy esa cifra alcanza el 80%.
Algo similar ocurriría con el comercio, que al principio de la cuarentena, estaba habilitado aproximadamente en un 50% (ligado a los mismos rubros); hoy ese guarismo ronda el 85%, con 20 provincias por encima del 95%. “En pocas palabras, en la gran mayoría del país la reapertura ha sido pronunciada”, explican, mientras advierten que en el AMBA “la reapertura de actividades se dio a un ritmo menor al resto de las provincias debido a las mayores dificultades para controlar la pandemia”.
Indicadores, como el consumo de energía, evidencia la gradual puesta en marcha de la economía, el reporte de CAMMESA, muestra que el consumo de energía en las plantas industriales se recupera semana a semana en la mayoría de los sectores industriales, “aunque a inicios de junio permanece aún por debajo de los niveles pre-cuarentena”, indican.
Respecto de la industria automotriz, que en abril no produjo ningún vehículo -un hecho inédito desde que Argentina comenzara a producir autos en los años ’50-, reanudó su actividad a lo largo de mayo. Si en la primera quincena de mayo el consumo de energía en las terminales era apenas el 33% del registrado a principios de marzo, a principios de junio esa cifra ascendió al 68%. Toyota, la empresa automotriz más exportadora de Argentina, da cuenta de la reactivación: tras reabrir su planta el 13 de mayo con un solo turno durante la semana, en los últimos días de mayo sumó otro los sábados para abastecer la demanda externa.
Asimismo, la siderurgia también incrementó su actividad: a principios de junio estuvo al 72% de lo que era principios de marzo. Tendencias similares se observan en minerales no metálicos (ligada a la construcción), caucho y plástico o textiles. La actividad en las plantas productoras de cigarrillos, que fue nula hasta mediados de mayo, se encuentra hoy en los mismos niveles a los de la pre-cuarentena.
Por otra parte, en los sectores considerados como esenciales desde el principio de la cuarentena hubo desempeños heterogéneos. La actividad en la industria alimenticia se sostuvo desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), con buenos niveles en ramas como lácteos, carnes, pollo y derivados de harinas (galletitas, panificados y pastas).
Sin embargo, se registraron caídas marcadas en la de golosinas y de bebidas como cervezas y gaseosas. “Ello se debió a la menor circulación de personas (lo que impacta en la actividad de los kioscos), como a la inexistencia de reuniones sociales -que incide en el consumo de bebidas-“, explica el documento.
Respecto a las herramientas dispuestas por el Estado, el indicador muestra que en su primera ronda, el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) benefició a 8,4 millones de personas y evitó que entre 2,7 y 4,5 millones de beneficiarios cayeran en la pobreza y la indigencia en el último bimestre. En tanto, a través del programa de Asistencia al Trabajo y a la Producción (ATP), el Estado abonó salario complementario a 2,34 millones de trabajadores en abril y 2,04 millones en mayo, además de fondear casi medio millón de créditos a tasa cero. En cuanto a los créditos a tasa subsidiada del 24%, al 4/6 se asistieron a 136 mil empresas (mayormente PyMEs), por un monto de $231.000 millones.
“La reactivación económica comenzó, pero las secuelas de la pandemia se sienten. Entre febrero y abril, alrededor de 15 mil empresas dejaron de presentar declaraciones juradas de seguridad social ante AFIP (el 2,8% del total); el sector de hoteles y restaurantes fue el más afectado, con una caída del 8% en la cantidad de empresas que declaran DDJJ. Si bien es prematuro catalogar esto como cierres definitivos, es un dato que ilustra el daño que ha generado el COVID-19. Qué pasa con la economía en el mundo en el contexto de la pandemia Covid-19”, señala el estudio.
*En Europa, la economía sufrió una caída del 28% en la producción y todavía mantiene programas de garantías de créditos y asistencia salarial para evitar cierres de empresas y despidos masivos.
* China mostró un crecimiento de la industria del 5% interanual en abril y anunció un programa de estímulo por alrededor del 6% del PIB. En India se registró una caída récord de la industria del 64,3% en abril.
* En Estados Unidos se crearon 2,5 millones de empleos en mayo respecto a la histórica caída de abril, impulsadas por la atenuación de las restricciones. Sin embargo, el desempleo se mantiene en niveles superiores al pico de la crisis de 2008. Se evalúa un nuevo paquete de estímulos que se sumaría a los ya aprobados por más de tres billones de dólares.
* En Brasil, la industria se contrajo 31,3% interanual en abril; en México,35,3% y un 32,2% en Perú en marzo.