El Departamento de Estudios Económicos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) realizó un análisis del impacto del COVID-19 sobre la actividad general y el sector pyme, así como también sobre el sistema financiero nacional y global.
Según el informe, la información preliminar del mes de marzo indicó que el impacto de la pandemia se hizo sentir, “incluso antes del aislamiento social obligatorio, donde ya había algunas actividades suspendidas. Sin embargo, el grueso de la caída económica llegará con más fuerza en abril”.
De acuerdo al análisis realizado por el departamento de Estudios Económicos de CAME, “uno de los sectores más afectados son los comercios pyme, que registraron en marzo una caída del 48,7% en un mes que tuvo 19 días de actividad “normal” (aunque ya marcada por el coronavirus) y 12 días de aislamiento obligatorio, en el que la mayoría de los rubros debió interrumpir sus actividades”.
“Incluso el rubro alimentos y bebidas- que está exceptuado- sintió el impacto, con una caída interanual de 18,1% en las ventas que posiblemente se explique por el traslado de la demanda hacia grandes supermercados. En la primera quincena del mes esto probablemente respondió a que muchas familias salieron a stockearse, y en la segunda, por la mayor demanda on-line, donde las Pymes tienen menor presencia”, detalla el informe.
Asimismo señalan que debido al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, durante el mes de marzo, los comercios dejaron de vender $10.360 millones diarios. “El mayor impacto se registró sobre los comercios que no pudieron abrir, donde se estima que se perdieron ventas por $6.866 millones diarios, trabajando en promedio al 7% de su actividad normal. Los comercios abiertos, en tanto, trabajaron el 65% de su actividad normal, perdiendo ventas por $3.493 millones cada día”. En abril, indican que las estimaciones muestran que “están perdiendo ventas por $9.526 millones diarios, de las cuales $5.902 millones corresponden a ventas perdidas en comercios cerrados, y $3.622 millones a comercios abiertos”.
De este modo, Si el la cuarentena finalizara el 27 de abril, “los comercios habrán perdido ventas por $379.789 millones en los 39 días de duración”, afirman
Otro de los sectores perjudicados por la crisis sanitaria, dice el informe, es el turismo, el cual “a diferencia de otros sectores, aquí lo que se perdió no se recupera. Y por la dura situación económica que se espera para los meses siguientes, es difícil pensar en un segundo semestre o una temporada de verano fuerte”, indica el análisis.
Por otro parte, indaga sobre la inestabilidad financiera global desatada a partir del avance del COVID-19 en el mercado financiero local. El documento explica el impacto de la emergencia en el tipo de cambio, el riesgo país y las reservas internacionales de Argentina, así como también las proyecciones de la pandemia en el mundo y las medidas implementadas en los principales países.
En este marco, muestra que el riesgo país avanzó 74% m/m en marzo, hasta superar los 3.800 puntos hacia el cierre del mes. El grueso del avance del crecimiento del riesgo local refleja el alza del riego global derivado de la propagación a escala global de COVID-19 y sus efectos sobre las economías: tal como puede verse, la brecha entre el spread de los bonos nacionales frente al EMBI global se mantuvo casi sin cambios en marzo en relación al cierre de febrero.
No obstante, al igual que tras el decreto de aislamiento social local, aseguran que “desde comienzos de abril se observa que el avance del riesgo país de nuestro país se desacopla del riesgo global, probablemente impulsado por los diversas trascendidos en torno al proceso de reperfilamiento de la deuda pública en moneda extranjera bajo legislación local y la propuesta de canje del Gobierno Nacional para los tenedores de deuda bajo legislación extranjera”.
Frente a la crisis global desatada a partir de la propagación del COVID-19, el FMI ajustó sensiblemente a la baja las proyecciones de crecimiento del PBI mundial para el 2020: “mientras que en enero preveía una expansión del orden del 3%, en el informe de abril ajustó la proyección a -3%. Así, la recesión mundial que se prevé para el año superaría en un punto de a la caída registrada en la crisis subprime de 2009”, dice el informe.
De acuerdo al texto, “el ajuste en las proyecciones de actividad alcanza a todas las economías del globo y, principalmente, a las economías avanzadas: entre estas, las previsiones de actividad se ajustaron del 1,6% al -6,1%, impulsadas principalmente por las fuertes recesiones que se prevé tengan lugar en Estados Unidos y la Zona Euro.”
En cuanto a Argentina y su principal socio, Brasil, el FMI también prevé caídas de la actividad de magnitudes significativas: “-5,7% en el caso de la economía local, y -5,3% en el caso de Brasil”, sostiene el informe.
Fuente: CAME