La entidad Industriales Pymes Argentinos (IPA) presentó el sexto informe de su Observatorio de actividad industrial, de sus resultados se han dado datos alarmantes que ponen en crisis estructural el andamiaje productivo nacional, ya que a la caída en la producción –situación que podría revertirse eventualmente si se reactiva la economía–, se suma la apertura de importaciones, un cambio de paradigma que, según IPA, “llegó para quedarse”.
El empleo privado se contrajo un 0,5% en marzo versus febrero. De acuerdo al relevamiento de IPA, estos números equivalen a una pérdida de 58.000 puestos de trabajo solo en los primeros tres meses del año, de los cuales 11.000 corresponden a pymes, generadoras del 66% del empleo formal nacional. La situación se agrava, ya que en el futuro próximo, para la entidad, no hay una recuperación a la vista. Esto complica a las pymes especialmente, según expresó en diálogo con la prensa, el presidente de IPA, Daniel Rosato. Éstas “necesitan reducir costos laborales, dado que las ventas no justifican sostener los niveles de producción. Al contrario: la acumulación de inventarios es generalizada en casi todos los sectores”.
“El desempleo será un problema grave en 2024”. El empleo se verá severamente afectado. No pensábamos que iba a ocurrir tan rápido, esperábamos que sucediera en julio o agosto”, alertó el presidente de IPA.
Esto plantea un escenario crítico, ya que “sin un plan industrial, no hay posibilidades de sostener los puestos de trabajo”, expresó Rosato, al tiempo que indicó que la crisis se profundizará en la medida que la importación de productos terminados sustituya la producción nacional. “Hay empresas que están prácticamente sin producir, que antes estaban operando al 20% o 30% de su capacidad instalada y ahora están en un 10%, como fabricantes de medidores de gas que ya compiten con los primeros contenedores que llegaron esta semana de China, que vienen sin ningún tipo de control técnico