Aunque se trata de un tibio crecimiento, la producción de la industria Pyme aumentó por octavo mes consecutivo, según datos de CAME. La entidad advierte que este crecimiento se ha dado “más lentamente y con mayor inestabilidad”. “Los costos fijos altos y la falta de ventas son dos problemas serios que enfrenta el industrial, además del encarecimiento del crédito y los atrasos en los pagos, que golpean la rentabilidad de la pyme”, dijo Fabián Tarrío, presidente de CAME.
La producción de las Pymes Industriales creció 1,5% en febrero frente a igual mes del año pasado cumpliendo 8 meses consecutivos en alza y acumulando un incremento de 2,5% en los primeros dos meses del año. Desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advierten que este dato debe contrastarse teniendo en cuanta que se compara contra un mes de mucha caída, como fue febrero 2017 cuando la producción se retrajo 5% anual.
En tanto, frente a enero se registró un descenso de 6,8% (en la medición con estacionalidad) que se explica por la desaceleración de los pedidos y los menores días hábiles del segundo mes del año.
Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial realizada por CAME entre 250 industrias Pymes. El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) registró un valor de 79,8 puntos en febrero.
El progreso interanual alcanzó este mes al 42% de las industrias, cuando en enero aumentó el 50% y en diciembre había subido el 59,3%. La merma del consumo interno en sectores como calzados, maderas, muebles, o papel y cartón como consecuencia de las menores ventas minoristas, se sintieron en las empresas en febrero. Lo mismo que los mayores ingresos de mercadería importada. A su vez, la proporción de firmas en baja subió a 32%, cinco puntos por encima de enero y casi 10 arriba de diciembre.
De los 11 sectores relevados, 7 crecieron y 4 descendieron. Tuvieron evolución anual: “Productos químicos” (5,8%), “Material de Transporte” (5,6%), “Productos de caucho y plástico” (5,5%), “Productos de metal, maquinaria y equipo” (4,5%), “Productos eléctrico-mecánicos e informática (2,0%), “Productos textiles y prendas de vestir” (2,5%), “Alimentos y bebidas” (0,5%).
Hay rubros donde se observa mucha dispersión según subsectores. En productos de metal, máquinas y herramientas, creció bien la producción de productos como tanques de agua, aberturas de aluminio, filtros, zinguerías, maquinaria para el agro, o fabricación de autopartes. Pero tuvieron un desplome fuerte los pedidos y la producción en otras como máquinas para corte y plegado de chapa, o maquinarias vinculadas a la industria maderera entre otras.
Se movieron con bajas anuales: “Calzado y marroquinería” (-5,5%), ‘‘Maderas y Muebles” (-5,3%), “Papel, cartón, edición e impresión” (-2,5%) y ‘Minerales no metálicos’ (-1,2%).
En diciembre y enero muchas industrias estuvieron recomponiendo stocks, proceso que se vio interrumpido en febrero por la demanda más lenta. Así, el uso de la capacidad instalada se ubicó en 66%, lo que indica que la empresa tiene hoy margen para incrementar su fabricación con sus instalaciones actuales. Eso incide en los menores planes de inversión.
En la encuesta realizando los primeros 20 días de marzo, se observó una nueva disminución en la proporción de industrias con planes de inversión para el año: del 41% de empresas que había contestado positivamente en febrero, se pasó a 35%. A su vez, un 19% lo está evaluando en función de cómo evoluciona la demanda, las condiciones y oportunidades de financiamiento. Incidió sin dudas la ausencia de líneas promocionales. Para el 75% de las empresas las condiciones para invertir son entre ‘regulares’ y ‘malas’.