La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) conmemoró su aniversario reafirmando su compromiso con la producción nacional, el empleo digno y un modelo de desarrollo justo y soberano.
Este 15 de mayo, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) cumplió 38 años de historia, marcados por la defensa de las PYMES, la industria local y un proyecto de país con justicia social. Fundada en 1987 por empresarios y empresarias vinculados al cooperativismo, la entidad sigue denunciando las políticas que privilegian el ajuste, la concentración económica y la dependencia financiera, en detrimento de las mayorías.
Un legado de coherencia y resistencia
Desde sus inicios, APYME se opuso a las recetas neoliberales que debilitaron la producción nacional: desde la dictadura cívico-militar hasta la convertibilidad, la crisis del 2001 y los posteriores planes de ajuste. Hoy, alerta sobre los riesgos de un modelo que favorece a los sectores concentrados, el sistema financiero y el FMI, mientras las PYMES —generadoras del 70% del empleo privado registrado— enfrentan asfixia económica y desindustrialización.
En su declaración por el aniversario, la entidad remarcó:
«La crisis de las PYMES no encuentra respuesta en la actual política económica, que prioriza el mercado externo y los intereses de la banca internacional. La deuda externa empobrece al país y profundiza la dependencia».
Una agenda urgente: unidad y soberanía productiva
Frente a este escenario, APYME llama a la unidad de empresarios PYMES, trabajadores, cooperativistas, universidades y movimientos sociales para impulsar:
✔ Un Estado activo que regule a favor de la producción y el mercado interno.
✔ Políticas crediticias y fiscales que alivien a las PYMES.
✔ Integración regional y exportaciones con valor agregado.
✔ Defensa de la democracia y los Derechos Humanos, con Memoria, Verdad y Justicia.
«Nadie se salva solo», subraya la organización. La salida, insisten, requiere un proyecto colectivo que priorice el trabajo, la industria y la justicia social.